Tipos de agujas médicas
Las agujas médicas tienen una amplia tipología y su división se debe al tipo de uso en el paciente. Dejando al margen a las agujas de sutura o las utilizadas como punción para tratamientos de acupuntura y fisioterapia, las agujas más convencionales son las hipodérmicas.
Dentro de la categoría de agujas hipodérmicas, existen intramusculares, intravenosas, espinales, intradérmicas... un conjunto variado dependiendo de la profundidad que deba penetrar en la piel la aguja, llegando incluso las torácicas a cavidades interiores de difícil acceso.
Así pues, la elección de una aguja médica dependerá en gran medida al procedimiento que deba seguir el profesional, el tratamiento que se deba administrar o la profundidad a la que haya que llegar.
También hay una tipología que debemos mencionar puesto que la aparición de las agujas de seguridad mejoran la calidad y aumentan las prestaciones para los profesionales por su menor capacidad para pincharse.
Criterios para elegir una aguja
La clasificación de las agujas hipodérmicas normales y de seguridad o de las palometas siguen un criterio estándar que se identifica con un color. De ese modo, se igualan los tamaños de todos los fabricantes, siendo entonces la única diferencia la calidad de la misma.
En líneas generales, podemos diferenciar entre:
- Amarillas, 30G, uso cutáneo para estética.
- Verdes, 21G, uso intravenoso o intramuscular.
- Negra, 22G, uso intramuscular pediátrico.
- Naranja, 25G, uso subcutáneo para vacunación.
- Rosa, 18G, uso intravenoso para medicaciones urgentes o para diluir sueros...
Usos de las agujas
Según la tipología de las agujas, su uso puede ser variado tal cual hemos explicado en el párrafo anterior. El calibre es uno de los elementos definitorios sobre el uso que le vamos a dar a cada aguja. Si bien es cierto que hay agujas como las espinales o las de mesoterapia, que ya de por sí se define su uso, el tamaño de la aguja es fundamental para conocer el procedimiento a seguir en cada tratamiento.
En resumen, debemos conocer la operativa por la que vamos a utilizar una aguja para comprender cuál es la mejor elección, distinguiendo si son procedimientos especiales en el que precisamos de una tipología muy concreta (agujas espinales, agujas de mesoterapia, palomillas o palometas o el uso de un port-a-cath...) o las más comunes, hipodérmicas, en las que valoraremos a qué profundidad debe penetrar en la piel, si es para retirar fluidos o mezclarlos, para seleccionar la más apropiada.
Preguntas frecuentes
¿Cómo deshacerse de una aguja usada?
Las agujas, como otros productos sanitarios, son productos biológicamente peligrosos por lo que su destino debe ser el de contenedores especiales de residuos que posteriormente son retirados por empresas especializadas. Nunca se deben desechar en lugares de paso, públicos o de fácil acceso para el público en general, por el riesgo que supone para la salud.
¿Qué son las agujas de seguridad?
Uno de los avances en la fabricación de agujas ha sido la incorporación de la seguridad. Uno de los mayores riesgos que corre el profesional que manipula agujas es pincharse con ellas, con lo que esto conlleva para él. La aparición de los capuchones de seguridad, en las distintas patentes que existen, proporciona una mayor seguridad para los profesionales y usuarios o pacientes ante los riesgos de contaminación cruzada.
¿Cómo esterilizar una aguja?
Las agujas de tipo médico son productos desechables, preparados para un uso puntual y ser colocados en los contenedores para productos biológicos. Nuestro consejo es desechar el material, aunque si el profesional decide por el motivo que sea esterilizar una aguja, el mejor producto es una autoclave, el resto de fórmulas pueden no ser capaces de eliminar los residuos contaminados que provocan su uso.
